Celulosa y Papel

Sobre la actividad

Celulosa

La producción de celulosa se ha mantenido estable durante las últimas décadas en Argentina, mientras que la región pasó a ser una de las principales productoras de celulosa de base forestal del mundo. Argentina produce alrededor de 810 mil toneladas anuales (+/- 10%), de las cuales el 20% se exporta y el 80% es para consumo interno. Hay solo una planta de celulosa de mercado (Arauco) inaugurada en 1984, con una capacidad de producción de 350 mil toneladas anuales de celulosa de fibra larga. La importación de celulosa es esencialmente de fibra corta, siendo la balanza comercial levemente positiva. 

Esta situación contrasta fuertemente con lo sucedido en los países de la región (Chile, Brasil y Uruguay), que en los últimos 15 años han convertido a la región en el principal polo de producción de celulosa de mercado, fundamentalmente fibra corta, con inversiones que superan los 25.000 millones de dólares. Esto produjo que en 2018 la región contribuía con 20 millones de toneladas de celulosa kraft a un mercado mundial estimado en 30 millones de toneladas. 

Para el período 2020–2023 hay proyectos de inversión en marcha que incorporarían 7,2 millones de toneladas adicionales mundiales, de las cuales 3,3 millones serán en esta región (alrededor de 5 billones de dólares de inversión adicional). Las mismas están dirigidas especialmente a fibra corta (eucaliptus).

El país aún puede integrarse a este polo productivo con una planta de celulosa a base de fibra larga (pino) y una de fibra corta a base de eucalipto. Se proyecta que la demanda mundial de celulosa se mantendrá en crecimiento, estimándose que se requerirán 23 millones de toneladas adicionales de celulosa para 2030 (base 2017). La demanda provendrá especialmente de China, tanto por el déficit que le genera su política de prohibición de importación de recortes celulósicos como por el crecimiento de su población y poder adquisitivo. Se estima que requerirá en su reemplazo entre 10 y 14 millones de toneladas de fibra anualmente. Como se verá a continuación, la celulosa se requiere especialmente por el crecimiento de la demanda mundial de papeles para envases – packaging (vinculado al crecimiento del comercio incluyendo puerta a puerta) y de papeles tissue (vinculados al crecimiento de la población y su poder adquisitivo). 

Papeles

En papeles el crecimiento se ha sustentado especialmente en materiales a base de reciclo, siendo un importador neto de otros papeles. Argentina tiene una capacidad de producción de alrededor de 1,8 millones de toneladas de papel anual enfocada especialmente en el mercado interno (en 2018 exportó alrededor del 10% de su producción). Con un consumo nacional aparente promedio de alrededor de 2,35 millones de toneladas, la producción cubre entre el 60% y el 70% de las necesidades nacionales (dependiendo el nivel de actividad), siendo una importadora neta de papel, especialmente de kraft liner, utilizados en el mercado de envases y también en kraft de alto gramaje, para laminados de envases de cartón para líquidos. En 2018, Argentina importó papeles tipo kraft para corrugar por un total de 188 millones de dólares, con un déficit en la balanza comercial de 165 millones dólares. 

Las materias primas que se utilizan para la producción de papel en el país son de fibra forestal, fibra de bagazo y material reciclado. El reciclado aporta en el orden del 60% de la materia prima utilizada, aunque en algunos productos sobrepasa el 75% (especialmente en los dirigidos al mercado de los envases: cartones, cartulinas, corrugados, bandejas de pulpa moldeada). 

Las perspectivas de crecimiento en el consumo de reciclado son muy altas, debido a la tendencia mundial de la economía circular. Esto hace que los requerimientos de fibra reciclada sean cada vez mayores en cantidad y calidad. Dado el deterioro creciente de las fibras recicladas luego de varios usos y las deficientes políticas de recupero en el país, se ha mantenido un flujo de importación de reciclado, proveniente especialmente de USA. 

La evolución del consumo nacional aparente (CNA) de papel muestra diferencias entre los distintos tipos de papel. Entre 2011 y 2018 el consumo total se redujo un 10%. Este total presenta importantes diferencias según el tipo de papel. En ese período, el consumo de papel de diario cae 53.3%; el de impresión y escritura el 37.3%; el papel bolsero el 5.4%; la cartulina el 2.2%, mientras que el papel para corrugar crece el 5,4% y el papel tissue crece el 23%. 

Las proyecciones mundiales también muestran que los mercados en crecimiento son los de papeles para corrugar y tissue. En el caso de corrugados, el mercado internacional estima un crecimiento del 6% anual, pasando de 34 billones de dólares en 2017 a 55 billones de dólares en 2025. Cabe destacar que cuatro países latinoamericanos (Chile, Perú, Ecuador y Colombia) importan cerca de 700 mil toneladas de kraft liner anualmente. 

El déficit en la producción nacional se encuentra fundamentalmente en el papel kraft liner, con una importación del orden de 180.000 ton/año, procedentes fundamentalmente de Brasil. El kraft liner se utiliza de manera especial para envases de exportación de productos nacionales fuertemente demandados en el mundo: frutas, carnes, pescados, tabaco (provenientes de economías regionales). Las cajas de corrugado requieren de altas resistencias al estibado, transporte, manipuleo y resistencia en húmedo. En la actualidad, empresas como Papel Prensa están reconvirtiendo progresivamente parte de la producción de papel de diario, por papeles para corrugar.

Otra fuente de importación en crecimiento es la de papel kraft de alto gramaje para laminar en el proceso de fabricación de cartones para líquidos que se realiza en el país. La importación en el año 2018 fue del orden de 50.000 ton/año.

En el caso del papel tissue, se estima que el CNA estará creciendo mundialmente a tasas del 3 y el 4%.  Según RISI, Argentina ha proyectado inversiones para aumentar la capacidad de producción en 140.000 toneladas, programadas para fines de 2019. Estas inversiones superan la demanda interna, razón por la cual tendrían que cubrirse con fibra blanqueada fundamentalmente corta de eucaliptus, lo cual generará un desbalance en el mercado impo/expo de pastas.

Matriz FODA

DEBILIDADES 

• Alto costo financiero y marcos impositivos y laborales nacionales poco competitivos.
• Costos de transporte y logística altos en comparación con los países de la región. 
• Falta de Promoción de Inversiones Celulósico Papeleras similar a las políticas que permitieron el crecimiento de inversiones en los países de la región. 
• Ley de Tierras, que reduce la posibilidad de inversiones en activos forestales por parte de inversores extranjeros. 
• La tecnología y maquinarias para plantas de nivel internacional son importadas y los costos de inversión son altos.

AMENAZAS

• No lograr el apoyo político nacional y provincial para promover inversiones.
• Proyectos de plantas kraft en Brasil de Klabin y West Rock ya anunciados, de 1.130.000 ton/año en dos etapas de 2019 a 2023.
• Proyectos anunciados de plantas BEK en la región de 15.700.000 ton/año (4 millones de dólares aún no confirmados).
• No lograr la Licencia Social para las inversiones esperadas.

Objetivos 2030

Resultados esperados 

Producción: 

• Instalación de una planta de celulosa y papel kraft de fibra larga (pino) con una capacidad de 2.000.000 ton/año.
• Instalación de una línea de fabricación de papeles kraft con una capacidad de 500.000 ton/año, integrada con la planta de celulosa.
• Instalación de una planta de fibra corta blanqueada (eucalipto) con una capacidad de 1.500.000 ton/año.
• Generación de energía a base de biomasa en las mismas plantas de celulosa.

Empleo: 

Creación de al menos 1.000 puestos directos y 5.000 puestos indirectos.

Exportaciones:

Una vez consolidadas las inversiones la exportación total alcanzaría un valor de 1,85 mil millones de dólares.

Inversiones: 

• Inversión estimada total: 5 mil millones de dólares. 
• 3 mil millones de dólares para una planta de pasta kraft de fibra larga con producción de papeles kraft. 
• 2 mil millones para una planta de pasta de fibra corta blanqueada.

Cambio climático:

La renovación constante de plantaciones de pino y eucaliptus para proveer a las plantas generarán una captura de CO2 a través de sus procesos naturales. Se calcula un consumo anual de 8.000.000 de toneladas de pino y de 4.700.000 toneladas de eucaliptus para abastecer a ambas plantas. Al mismo tiempo, la generación de energía por biomasa asegura el consumo energético de las plantas.