manejo del fuego

Sobre la actividad

Los incendios rurales y forestales y de interfase, son uno de los disturbios que más afecta a la población y a los recursos naturales, causando impactos a distintas escalas.

Matriz FODA

La Matriz FODA es parte central de nuestro Plan Estratégico, ya que en ellas se definen los escenarios deseados y potenciales para el éxito de la actividad y su impacto en la economía nacional y en el conjunto de actores sectoriales.

Objetivos 2030

Tener desarrollado un sistema integral de prevención, presupresión, supresión de incendios forestales y rurales y uso del fuego de acuerdo con objetivos pre establecidos, con combatientes profesionalizados, articulado dentro del Sistema Federal de Manejo del Fuego.

Sobre la actividad

Los incendios rurales y forestales y de interfase, son uno de los disturbios que más afecta a la población y a los recursos naturales, causando impactos a distintas escalas. En 2016, se estiman que los incendios rurales afectaron alrededor de 1 millón de hectáreas, de las cuales 247.000 ha eran bosques nativos, 2.500 ha bosques cultivados y el resto, pastizales y arbustales.

El manejo del Fuego está regulado por la Ley 26.815 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental en Incendios Forestales que creó el Sistema Federal de Manejo del Fuego (SFMF) el que en el año 2020 volvió a estar concentrado en el MDSyA de la Nación.

El sector privado forestal ha implementado diversos mecanismos cooperativos para la prevención, detección de incendios, alerta temprana y ataque inicial de incendios rurales, así como formación de recursos humanos y sensibilización a la sociedad.  En la Mesopotamia y Delta –donde se encuentran el 80% de las plantaciones forestales del país- se hallan operativos Consorcios de Manejo del Fuego (CMF) y Asociaciones de Colaboración Empresarias (ACE) que cubren más de 2 millón de hectáreas forestales y rurales con torres de detección y brigadas de acción rápida. Estas asociaciones civiles articulan y coordinan las acciones con las autoridades locales responsables en el combate de incendios. Por su lado, AFoA ha colaborado articulando el diálogo y distintas acciones en el ámbito nacional con el SFMF. 

El manejo de los incendios forestales y rurales difiere de los urbanos o de estructura. El fuego en los ecosistemas es un elemento modelador de los mismos, propio de su génesis, y que no se lo debe concebir como un fenómeno nocivo y devastador que debe ser excluido Por ello, es necesario el conocimiento de los regímenes de fuego propios de cada ecosistema, para comprender su rol y establecer así los criterios de manejo requiere de una política integral: la prevención (que incluyen desde la información a la sociedad a la reducción preventiva de combustible de acuerdo a los ecosistemas); la detección, alerta temprana y el ataque rápido con recursos humanos, sistemas de información y tecnología adecuada; y dada la estructura federal del país, la coordinación interjurisdiccional de acuerdo a los alcances del siniestro. La coordinación de esfuerzos y uso de recursos entre los distintos actores nacionales, provinciales, municipales y estos con los privados, es fundamental para una respuesta adecuada a la emergencia que se produzca.

Objetivos 2030

Tener desarrollado un sistema integral de prevención, presupresión, supresión de incendios forestales y rurales y uso del fuego de acuerdo con objetivos pre establecidos, con combatientes profesionalizados, articulado dentro del Sistema Federal de Manejo del Fuego y coordinado a nivel provincial y por eco-regiones con los referentes tanto públicos como privados (consorcios de manejo del fuego).

Líneas de trabajo para cumplimentar los objetivos propuestos.

  1. Fortalecimiento del sistema de información y estadísticas

Mediante el desarrollo de un sistema de información multioperable con otros organismos, implementación de software estadístico, desarrollo y mejora de visualizadores cartográficos, índices, página web y capacitación para operación y procesamiento estadístico.

Se espera obtener mejoras en la toma de decisiones, en las estrategias de prevención y el análisis de escenarios de riesgo e impactos.

  1. Optimización del Sistema de Evaluación de Peligro de Incendios y Alerta Temprana

Avanzar en la segunda fase del Sistema de Evaluación de Peligro (sistema Canadiense), iniciando el desarrollo de modelos de comportamiento del fuego priorizando los tipos de vegetación con alta frecuencia de incendios. Aumentar la cantidad de estaciones meteorológicas en la red del Servicio Meteorológico Nacional, automatizar procesos para cálculo y mapeo de indicadores de peligro, y mejorar la utilización de información satelital.

Se espera obtener mayor cobertura y frecuencia de información, más efectividad en el monitoreo y alertas, reducción de riesgos para combatientes y civiles, previsión en el comportamiento del fuego y mejora en la toma de decisiones.

  1. Ampliación la cobertura de detección de incendios:

Promover el financiamiento a través de la Ley 26331 o financiamiento vinculado con la mitigación del cambio climático la instalación de sistemas de detección rápida de focos de incendios forestales y rurales (cámaras; torres; información satelital, etc.) así como el desarrollo de software de detección que permita expandir la superficie bajo vigilancia de focos de incendio y su ataque rápido. 

  1. Sensibilización y Concientización

Articular y consensuar con las diversas regiones, jurisdicciones, organismos e instituciones de acuerdo a sus particularidades, el desarrollo de material para campañas específicas y/o el abordaje de problemáticas.

Se espera mejorar la actividad de prevención en diversas escalas y actores, generar bases para la elaboración de protocolos de incendios de interfase.

  1. Establecimiento de un programa nacional de investigación de causas
  2. Fortalecimiento de programas de restauración post fuego
  3. Profesionalización de los combatientes de incendio.

El sector ha avanzado en la profesionalización de los combatientes de incendio mediante la normalización de roles por competencia y certificación de combatientes de incendio. La formación adecuada de los combatientes de incendios, con pautas estandarizadas en todo el territorio nacional es imprescindible para un trabajo seguro. La normalización de los roles permite tener un estándar nacional en las competencias necesarias para las personas que actúan en una situación de alto riesgo como el combate de incendio.  El SNMF ha participado activamente en la elaboración de las normas, los materiales didácticos y curriculares en estos roles.  En este sentido, el SNMF (ex PNMF) avanzó con el MTEySS y AFoA en la normalización de 4 roles: combatiente de incendio; jefe de cuadrilla; combatiente motosierrista y combatiente motobombista. Ha formado evaluadores para la certificación de trabajadores y ha certificado más de 800 combatientes.

  1. Coordinación del Sistema Federal de Manejo del Fuego en las eco-regiones.

La responsabilidad conjunta que se tiene sobre las acciones de manejo de fuego entre las Provincias; el Ministerio de Seguridad, la Secretaría de Ambiente, Parques Nacional y en el ámbito municipal, Defensa Civil y Bomberos Voluntarios hace especialmente importante la coordinación entre las partes tanto a nivel nacional como en las Regiones y provincias. A su vez, en las áreas forestales los consorcios de manejo del fuego colaboran con la detección, ataque rápido y tareas de prevención. Los objetivos 2030 requieren priorizar la prevención, detección y alerta temprana de incendios y en ese sentido, se debe considerar la asignación y control de recursos, de manera de priorizar la asignación de fondos adecuados. Para ello, la coordinación y planificación local es imprescindible.  La Ley 26815 establece mecanismos de coordinación y planificación en los Art. 9 y 10 que no están operativos al momento. Por ello, se propone

  1. Quema Prescripta segura.

Por un lado, la quema de pastizales como manejo ganadero es ampliamente utilizada en el país y una causa de incendios forestales y rurales y accidentes por humo en ruta. Por el otro, el uso de la quema prescripta para reducción de combustible es indicada como forma de prevención de incendios.   La Ley 26562 regula la quema prescripta que tiene una aplicación muy irregular en las Provincias.

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