Plantaciones forestales

Sobre la actividad

Las plantaciones forestales son una fuente de crecimiento para el país, siendo uno de los sectores de mayor aptitud para incrementar el desarrollo regional, generando empleos tanto en la zona rural como en la urbana.

Matriz FODA

La Matriz FODA es parte central de nuestro Plan Estratégico, ya que en ellas se definen los escenarios deseados y potenciales para el éxito de la actividad y su impacto en la economía nacional y en el conjunto de actores sectoriales.

Objetivos 2030

Las plantaciones forestales han expandido su superficie proveyendo a las cadenas de valor de la bioeconomía forestal, produciendo bienes competitivos, ambientalmente sostenibles y socialmente responsables.

Sobre la actividad

El sector forestal en Argentina es una fuente de crecimiento para el país sobre bases renovables. Es uno de los sectores de mayor aptitud para incrementar el desarrollo regional en forma sostenible, proporcionando empleos tanto en la zona rural como en la urbana. El país tiene amplias ventajas comparativas para la producción forestal.  La madera es un producto insignia de la bio-economía. Es renovable, reciclable, carbono neutral y con amplísimas aplicaciones industriales que incluyen papeles, muebles, viviendas, energía, químicos y un sinfín de nuevas aplicaciones a partir de la nanotecnología y la biotecnología. El 95% de la industria de base forestal del país se provee de maderas producidas por plantaciones de alta productividad.  La madera ofrece múltiples posibilidades de agregación de valor cerca de las forestaciones siendo un multiplicador de empleo y de divisas. 

De acuerdo con la información de la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial (DNDFI), el país cuenta actualmente con 1,37 millones de hectáreas de plantaciones forestales, de las cuales un 78% se encuentran en las provincias de la Mesopotamia y en el Delta del Paraná.  La segunda región en importancia es Patagonia norte, con el 10% de la superficie, repartiéndose el 12% restante entre Córdoba, Jujuy, Santa Fe, Mendoza y otras provincias. 

Las principales especies plantadas son pinos (62%); eucaliptos (26%) y salicáceas (10%) y el resto agrupa a otras especies, representando sólo el 3% de la superficie plantada. 

La DNDFI estima que para 2017, el crecimiento anual de las plantaciones forestales era de alrededor de 31 millones de m3 mientras que la cosecha (demanda) anual fue de alrededor de 15 millones de m3.  Aunque estos números globales de oferta y demanda de madera encierran muchas diferencias entre las distintas provincias y cuencas forestales que exigen estudios específicos, la mayor oferta de madera disponible se encuentra en la Provincia de Corrientes.  

Con una estimación de una tasa de plantación de unas 40.000 ha anuales en promedio y una cosecha de alrededor de 15 millones de m3 se estima un valor económico por ventas de rollos de alrededor de 13 mil millones de pesos (unos 300 millones de dólares anuales).  

El sector forestal tenía registrado en el tercer trimestre de 2018 unos 8.600 empleados que recibieron una remuneración de alrededor de 155 millones de pesos en noviembre de 2018. No se encontró estimaciones de informalidad laboral, pero se entiende que es importante. El sector laboral forestal cuenta con instrumentos de formación continua y certificación de trabajadores que ha permitido profesionalizar el trabajo y reducir los indicadores de accidentes laborales en forma drástica. La amplia incorporación de maquinaria forestal y otras tecnologías vinculada al uso de información satelital y mejores prácticas, ha permitido mejorar la productividad forestal, al menos, en el sector formal de la actividad. Los empleos registrados se redujeron en un 33% entre 2008 y 2018, atribuibles, en parte, a ganancias en productividad.   

Por su lado, se encuentran certificadas por gestión sostenible 534.000 ha de la superficie plantada que incluyen las áreas de conservación por los sellos FSC y/o PEFC. Asimismo, se está en vía de certificación en grupo proyectos financiados por programas gestionados por la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DIPROSE) para ampliar la certificación en pequeños y medianos productores asociados. 

El sector forestal tiene una Ley de Promoción para inversiones en bosques cultivados que se sancionó en diciembre de 1998 (Ley N° 25.080) y que en diciembre de 2018 se modificó y prorrogó por 10 años más (Ley N° 27.487). A pesar de ello, la promoción ha tenido problemas históricos de gestión y de financiamiento. En post de revertir esta situación, los años 2018 y 2019 han sido claves para mejorar el impulso de la forestación. Por un lado, se está trabajando en la mejora de los procesos de gestión de la Ley y, por el otro, la puesta en funcionamiento del Seguro Verde está permitiendo financiar la promoción de la actividad. 

Además, se aprobaron dos mecanismos que promueven los fideicomisos y fondos comunes de inversión forestales que coticen en bolsa.  El Decreto 382/2019, que reglamenta la Ley de Financiamiento Productivo, permite la exención del impuesto a las Ganancias y la Resolución 515/2019 de la SSN habilita a las Compañías Aseguradoras a constituir dichos instrumentos como opción de inversión a las compañías de seguro y de seguro de vida.

Como fuerzas negativas, la inestabilidad macroeconómica, la inseguridad jurídica, el conflicto con la R.O del Uruguay por la instalación de la exBotnia y la sanción de la Ley de Tierras (Ley N° 26.737) que restringe las inversiones de extranjeros en tierras, se consideran los principales motivos que afectaron el crecimiento del sector en los últimos 15 años. Mientras que en la región hubo una ola de inversiones de alrededor de 25.000 millones de dólares vinculada sólo a plantas de celulosa, en ese lapso, en Argentina las inversiones fueron casi inexistentes. Los referentes del sector coinciden en que es necesario generar las inversiones en industrias que agreguen valor a la madera y para ello, una condición necesaria es que se suprima la restricción a la inversión extranjera en tierras.  Sin inversiones en industrias, las mejoras en la gestión de la ley de promoción y en los sistemas de financiamiento forestal no tendrán el efecto buscado, que es expandir la superficie forestal a 2 millones de hectáreas al 2030, tal lo comprometido dentro del Acuerdo de Paris.  Este objetivo es fácilmente cumplible si se considera que el país tiene al menos 3,7 millones de ha de tierras con aptitud forestal dedicadas esencialmente a la ganadería que no compiten con la agricultura ni con los bosques nativos y con una excelente productividad en pino y muy buena productividad en eucalipto y salicáceas. Esto contrasta con los países limítrofes que están cerca de los límites físicos para la expansión forestal. 

  • Proyección de disponibilidad de madera 2018/2036 en Mesopotamia

 

De acuerdo con estimaciones de la DNDFI, la disponibilidad de madera actual y su proyección difiere en forma importante dependiendo de la Provincia, la cuenca y la especie.  Para una proyección certera, se deberá realizar un estudio por cuenca cuando se avance con el Plan Estratégico a nivel territorial.  Teniendo en consideración esta salvedad, se puede afirmar que la región con mayor disponibilidad de madera -78% de la superficie plantada- es la Mesopotamia. Es también, la región con mayores posibilidades de crecimiento, especialmente en la Provincia de Corrientes, por disponibilidad de tierras de alta productividad forestal. 

El cuadro siguiente, realizado por la DNDFI, muestra una proyección de la disponibilidad anual de madera en la Mesopotamia para el periodo 2017/2036 considerando una tasa de plantación que permite llegar a los 2 millones de ha en 2030 y el consumo necesario por las inversiones propuestas en este Plan Estratégico.  Se observa que partiendo de una sobreoferta de 15 millones de m3/año en 2019, la misma se va reduciendo, pasando a ser déficit en 2026 y llegando a un faltante de -15 millones de m3 en 2028.  El superávit de madera anual se logra a partir de 2032.

La madera necesaria para sostener el nivel de inversión planificado en este Plan Estratégico puede provenir del stock actual de madera, acumulado luego de varios años de sobreoferta, especialmente de pino. En el próximo cuadro se observa la estimación realizada por la DNDFI en la cual se parte de un stock de 115 millones de m3 en 2019 que aumenta hasta el 2025 y   se va reduciendo hasta el 2031, que comienza nuevamente a acumularse.

Estas estimaciones preliminares dejan las siguientes importantes conclusiones: 

  • Los objetivos de industrialización de madera en celulosa, papel, construcción, energía y madera y mueble son consistentes con el objetivo lograr 2 millones de ha de plantaciones forestales. Es la masa forestal necesaria proveer de madera en forma sostenible a dichas inversiones. 
  • Análisis por cuenca: Considerando que la distancia de la industria a la plantación es un factor clave de competitividad, es necesario realizar estudios de disponibilidad de madera por cuenca forestal para evaluar la capacidad de atracción de inversiones industriales.
  • Inversiones industriales deberán considerar forestar.  Las inversiones en industrias de cierta escala deberán considerar incluir plantaciones forestales para proveerse en el futuro. Sin crecimiento de la superficie forestal, no se podrá sostener inversiones en el mediano plazo. En este sentido, la derogación de la Ley de Tierra para inversiones forestales es un punto crítico para la expansión de las plantaciones y las inversiones industriales de escala.

Matriz FODA

FORTALEZAS 

  • Disponibilidad de al menos 3,7 millones de ha de tierras de alta productividad forestal que no compiten con la agricultura ni con los bosques nativos.   
  • Ley de Promoción de inversiones en bosques cultivados vigente hasta diciembre de 2028 (Ley 25080 modificada y prorrogada por Ley 27487) con financiamiento por Seguro Verde.
  • Financiamientos por Fideicomisos y Fondos comunes de Inversión promocionados. 
  • Sistema de evaluación y formación continua de trabajadores que favorecen empleos seguros y productivos. 
  • Disponibilidad de paquetes tecnológicos para plantaciones de alta productividad. 
  • Sistemas de Certificación de gestión forestal sostenible con reconocimiento internacional disponible y alrededor del 40% de las plantaciones actualmente certificadas. 
  • Superficie de Reservas Privadas en zonas de Alto Valor de Conservación en expansión.
  • Trabajo en protección forestal en forma asociativa a través de Consorcios de Manejo de Fuego y de Consorcios Forestales.
  • Centros de investigación y desarrollo de buen nivel en lo biológico (INTA; CONICET, CIEFAP, Universidades) y de extensión (INTA; CREA; Consorcios Forestales).  
  • Forestaciones e industrias dentro de cuencas forestales lo que permite un ordenamiento territorial de la actividad forestal y la oportunidad de definir lineamientos estratégicos por cuencas forestales.
  • Mesa de Competitividad Foresto-Industrial que permite una acción articulada público-privada.

DEBILIDADES 

  • Baja competitividad por altos costos en logística y transporte por infraestructura inadecuada (ruta, ferrocarril, fluvial).
  • Volatilidad y alto nivel de presión impositiva tanto nacional como provincial y municipal con presencia de impuestos distorsivos que reducen la competitividad internacional y aumentan la evasión.
  • Bajo nivel de disponibilidad de energía eléctrica, gas, telefonía e internet en zonas forestales.
  • PyMES forestales y madereras con bajo nivel de productividad y alta informalidad. 
  • Ley de Tierras que reduce las posibilidades de inversión extranjera en industrias de capital intensivo. 
  • Inadecuado sistema de información estadístico nacional como asi también su articulación con las provincias. 
  • Inexistencia de un programa de monitoreo de plagas y enfermedades no cuarentenarias y programa de vigilancia extremadamente débil. Inexistencia de mecanismos de evaluación de daño económico.
  • Marcos legales que encarecen la contratación de trabajadores e incentivan la litigiosidad.
  • Baja cultura forestal en regiones agropecuarias de alta potencialidad forestal.

OPORTUNIDADES

  • Crecimiento de la demanda internacional de productos vinculados a la bioeconomía: renovables, reciclables y carbono neutro como lo es la madera.
  • Posibilidades de desarrollar el mercado interno en productos de base forestal ya que Argentina tiene un consumo per cápita muy bajo respecto al promedio mundial y produce menos de lo que consume, con un importante déficit en la balanza comercial. 
  • Posibilidad de expandir las plantaciones en zonas ganaderas como sistemas silvopastoriles con producción de carne carbono neutro y adaptación de las actividades pecuarias al cambio climático. 
  • Nuevos sistemas constructivos que permiten expandir la construcción con madera en forma más rápida, segura y en espacios de alta densidad urbana. 
  • Aportar a la mitigación y adaptación al cambio climático con la plantación de árboles y con el uso de la madera y la biomasa en reemplazo de productos no renovables. 
  • Expansión de la “química verde” e innovación a través de la biotecnología y la nanotecnología que dan nuevos usos a las fibras de celulosa de la madera expandiendo su uso en el marco de la bioeconomía. 
  • Creciente demanda por servicios ecosistémicos y amplia posibilidad de aportar a los mismos.

AMENAZAS

  • Falta de inversiones en industrias de base forestal por situación macroeconómica de alta volatilidad que reduzcan los incentivos a plantar.  
  • Países vecinos con sistemas de promoción de inversiones en industrias forestales muy beneficiosos que resultan más atractivos que Argentina. 
  • Licencia social: Conflictos sociales como el generado por la inversión de Botnia en la R.O. del Uruguay o por expansión de la superficie forestal sobre nuevas superficies. 
  • Fracaso en generar una política de estado de largo plazo por inestabilidad política nacional.

Objetivos 2030

Las plantaciones forestales han expandido su superficie proveyendo a las cadenas de valor de la bioeconomía forestal bienes competitivos, ambientalmente sostenibles y socialmente responsables brindando a su vez servicios ambientales, en particular, en la mitigación y adaptación al cambio climático.

Producción: 

  • Superficie plantada: 2 millones de hectáreas (crecimiento, 700.000 ha)
  • Producción: aumentar la disponibilidad anual actual de 25 millones de m3 a 40 millones de m3 de madera de producción en 2030.

Empleo: 64.000 empleos forestales anuales directos. 

Gestión sostenible: al menos 75 % de la superficie forestada con sellos de gestión sostenible.

Inversiones:  150 millones de dólares anuales en plantación, manejo y protección. 

Cambio climático: Captación de 18,06 millones de tn de CO2eq en 2030.

Plantaciones

Las plantaciones forestales son el primer eslabón de un sector que representa uno de ejes estratégicos más importantes para el crecimineto y desarrollo del país. Sus cualidades revisten tanto en los aspectos relacionados con los productos (de gran importancia para la vida de las personas) y en los aspectos ambientales, ya que se produce sobre la base de materia primas renovables y balance de carbono positivo.