La plantación de árboles y el uso de la madera sostenible son el camino de mitigación, descarbonización de la economía y transición inclusiva más viable y ventajosa para el país.

La plantación de árboles y la recuperación de bosques, así como evitar la deforestación y promover la descarbonización de la producción y el consumo, son líneas impulsadas por la mayoría de los países, incorporando medidas específicas de incentivos nacionales y en las políticas de comercio internacional.  La Unión Europea (UE) ha lanzado la promesa de plantar 3 mil millones de árboles para el 2030[i]. Acciones similares se están realizando con diferentes iniciativas – por ej. Trillon Tree de WWF, el Muro Verde de África, etc.- entendiendo que la mitigación del cambio climático es apremiante y que son los árboles una solución basada en la naturaleza; eficiente tanto para absorber CO2 como para descarbonizar la economía con el uso de la madera sustituyendo productos con huella de carbono intensa. 

Desde CONFIAR proyectamos que el país puede plantar más de mil millones de árboles para 2030. Para ello, el país debe tener una política clara de promoción de plantación de árboles en todos sus destinos: forestaciones comerciales; enriquecimiento de bosques nativos; árboles en zonas urbanas y periurbanas que brindan no solo sombra y estética, sino que filtran contaminantes y aumentan la biodiversidad; sistemas silvo-pastoriles y agroforestería, bioremediación para recuperación y gestión de suelos, costa de ríos y arroyos; cortinas de vientos; etc.

La forestación debe ser sostenible. Se debe plantar el árbol correcto, en el lugar correcto, de la manera correcta y con el propósito correcto. Se tienen los instrumentos para lograrlo. La Ley 25080 – de promoción de bosques cultivados y enriquecimiento de bosques nativos-, en su modificación por la Ley 27487, incluye avanzar en la zonificación para realizar análisis de impacto ambiental a nivel de cuenca forestal en función a criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social. Por otro lado, el sector forestal tiene disponibles sistemas de certificación forestal reconocidos internacionalmente, manuales de buenas prácticas, sistemas de certificación de competencias de trabajadores que permiten avanzar con las herramientas necesarias para una expansión sostenible en lo ambiental, social y económico.

El otro factor importante es el financiamiento.  En ese sentido, recientemente se aprobó con media sanción en el Senado el proyecto de Ley mediante el cual se crea el Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros (PROSAS) para financiar la Ley 25.080. Para ello, crea un aporte obligatorio del 0,5% que deben realizar los asegurados sobre los seguros automotores.  El proyecto vincula directamente a una importante fuente de emisión de GEI -automotores- con las fuentes de absorción de GEI -árboles-.  Este proyecto, convertido en Ley, puede financiar parcialmente los objetivos de expansión de plantaciones forestales comerciales y el enriquecimiento de bosques nativos en forma sostenible.

Por otro lado, se genera una importante oportunidad de financiamiento internacional hacia las medidas de mitigación, ya que hay un re direccionamiento del sistema financiero internacional y de los objetivos de las empresas y sus cadenas de suministro hacia la acción climática. En este sentido, es necesario generar las condiciones para acceder al financiamiento climático a través del mercado de carbono y fondos verdes. Para ello, la claridad y seguridad jurídica será condición indispensable para promover acciones de largo plazo.  Argentina recibiría los beneficios de inversiones privadas, adicionales a los esfuerzos del Estado que generarán empleo y desarrollo local.

La mitigación se logra no sólo durante el crecimiento del árbol, sino luego, con el uso de la madera. La madera sólida se utiliza en construcción, muebles, pisos, etc.  por el otro, los subproductos del manejo forestal (raleo) y de la industria de la madera (chips, aserrín), se utiliza en la industria del triturado: celulosa, papel, textiles, paneles, bioproductos, bioenergía. El uso de todos estos productos colabora en la descarbonización de la economía al reemplazar productos no renovables o fósiles, como es el cemento, los plásticos, el gas-oil, etc. En particular, se está impulsando tanto el uso de papeles y cartones kraft para reemplazar plásticos, la construcción con madera para reemplazar cemento, ladrillos y otros productos no renovables e intensivos en energía y el uso de pellets y chips para calderas y estufas en reemplazo de combustibles fósiles. Esto permite a su vez, una transición inclusiva, al generar miles de empleos y divisas, como se ha presentado en el Plan Estratégico Foresto-Industrial 2030[ii]. Para ello, se debe avanzar en la inclusión de las mediciones del balance de carbono en toda cadena de suministro.

Por CLAUDIA PEIRANO – directora ejecutiva de AFoA (Asociación Forestal Argentina) y Coordinadora del Consejo Foresto-Industrial Argentino – CONFIAR.


[i]   EU (2021). The 3 Billion Tree Planting Pledge For 2030- Accompanying the document COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE COUNCIL, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE AND THE COMMITTEE OF THE REGIONS- New EU Forest Strategy for 2030 Brussels, 16.7.2021 SWD (2021) 651 final